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No cuentes los días, haz que los días cuenten.

Estoy más que convencida de que dentro de unos años (y no dentro de tantos) la mayor parte de los puestos de trabajo, tal y como los conocemos hoy en día, habrán evolucionado y/o desaparecido, como ha ocurrido con el puesto al uso de una persona cajera, que ha evolucionado a cajeros de autoservicio; figura del vendedor, del comercio tradicional, que ha desaparecido cuando hablamos de comercio digital; el papel de camareros en hoteles para realizar servicio a habitaciones que se ha substituido por robots que también te sirven la comida a la puerta; la presencialidad obligatoria en el trabajo, a poder realizar algunos de ellos en manera "teletrabajo"...

¿Cómo podemos desde la educación adelantarnos a los cambios inminentes de la sociedad o del entorno laboral? ¿Cómo podemos motivar a nuestros alumnos para que aumente la participación escolar?


Para mi, sin duda, la clave está en educar en valores tales como: el respeto a lo ajeno así cómo el respeto a uno mismo; el valor de las pequeñas cosas del día a día; la importancia de escuchar al otro; la riqueza en conocimientos y experiencias que nos pueden transmitir las personas de mayor edad; la capacidad de análisis en los detalles que tienen los niños más pequeños …
Creo que es muy importante que enseñemos a los alumnos a convivir con las emociones, y que les demos herramientas para que sepan gestionarlas. Hay que promover el sentido crítico y la visión creativa. Inculcar que todos los problemas tienen distintas soluciones y que todo es cuestión de óptica. Enseñarles que ante una situación determinada hay diversas puertas que se pueden abrir, no sólo una, sino múltiples, y que la vida avanza mientas se toman decisiones, porque estas ocurren en todo momento: desde que decidimos sentarnos al lado de alguien, peinarnos por la mañana, solicitar un máster, no dedicar 5 minutos a hablar con la abuela, dejar tirado el papel del vecino en el suelo etc.

Considero que podríamos motivar a los alumnos, olvidándonos de las calificaciones apto - no apto, olvidándonos de hacer tareas repetitivas, y dándoles un sentido a su vida, en ese preciso instante en el que se encuentran en un aula. Educar desde la práctica personalizada a través de las motivaciones propias de cada uno. Por que ¿Qué sentido tiene que yo aprendiera hace muchos años los ríos Europeos para pasar un examen si ahora mismo no lo recuerdo (o no los se recuperar de mi memoria)? ¿Qué sentido tiene, cuando tengo la información al alcance de mi mano a través de Internet? ¿Realmente te hace mejor persona tener estos conocimientos? ¿Cómo me limita en mi día a día?

Estoy muy a favor de educar para desarrollar las capacidades, y por proyectos. Considero que es una metodología mucho más motivadora para el alumno.

Y aquellas personas que se plantean: ¿Y qué ocurre si quiere estudiar medicina?¿Cómo aseguramos que tiene los conocimientos? mi respuesta sería: ¿es que ahora haces un examen a aquellos que quieren ser cirujanos para asegurarte de que tienen buen pulso?

Considero que tenemos que encontrar un equilibrio, servirnos de la tecnología y trabajar en nosotros cómo personas y sociedad. Debemos motivar, dando ejemplo, y trabajando con los alumnos aquellos aspectos, temas, o tareas que a ellos les motivan, o les preocupan de manera que se impliquen y disfruten. Porque el aprendizaje se trata de eso, de disfrutar.




 

Comentarios

  1. Creo que tienes toda la razón en este post, quizá sea un poco idílico pensar que se puede educar así pero creo, al igual que tú, que educar a través de esas experiencias, transmitirles esos valores, enseñarles a manejar sus emociones o darles una visión creativa es algo con lo que pueden aprender mucho más que lo que aprendes estudiando los ríos por ejemplo, y no quiero decir que haya que sustituirlo simplemente implementar un poco más este tipo de educación.
    Muy buen post Marta.

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    1. Muchas gracias Juanjo por tu comentario. Me gusta que pensemos de manera similar en este aspecto: cuantos más creamos en ello, y lo pongamos en práctica, creo que mejor será para nuestros estudiantes. (Sino, de sabios es rectificar)

      Con respecto a si es un planteamiento idílico, puede ser que lo sea, pero también lo fue cuando Leonardo Da Vinci estaba convencido de que podríamos volar...
      Hay que soñar en grande 😊

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  2. ¡Hola Marta! Comparto tu visión acerca de la ineficiencia del aprendizaje memorístico, pero me gustaría planearte otra pregunta. Como bien dices, tenemos al alcance de la mano todos los ríos de Europa a través de internet, pero también tenemos traductores y calculadoras. ¿Qué le dirías a un alumno que te plantease de qué le sirve aprender idiomas o matemáticas si tiene estas herramientas en su smatphone?

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    1. ¡Hola Sara!
      Interesante reflexión, lo cual me lleva a pensar ¿Serviría de algo práctico saber idiomas si tuviéramos un chip implantado en la cabeza que nos hiciera una traducción inmediata a cualquier tipo de idioma que quisiéramos?

      En cualquier caso, le diría que los idiomas y matemáticas, tienen una aplicación práctica más diaria, nos ayudan a mejorar la comunicación y a gestionar mejor nuestras finanzas. Claro está, que nuestros antepasados no sabían idiomas, y que tampoco tenían una necesidad práctica porque pocos eran los que viajaban o los que trabajaban con personas de otros países.

      Sin embargo, las matemáticas siempre han sido importantes, por su aplicación práctica: trueque, gestión de recursos, contabilidad doméstica, saber gestionar la paga, saber comprobar si te devuelven bien el cambio ¿y si en el momento de tener que hacer negocios se nos termina la batería del smartphone?

      ¿Crees Sara que habría convencido al alumno, al menos de que las matemáticas son importantes, aunque sea para hacer chanchullos?

      Gracias por tu comentario, el día de mañana necesitaré estar preparada para este tipo de cuestiones. Si te digo la verdad, yo creo que mi contestación al alumno sería: Muy bien XXXX por la pregunta, vamos a hacer lo siguiente: hoy cuando vayas a casa, piensa tu mismo de qué puede servir aprender idiomas o matemáticas: haz dibujos, o lista de palabras con las ideas, o encuestas a personas de tu entorno (familia, amigos, primos...) o collage de recortes de revistas, o pregúntaselo al panadero... y mañana cuando vuelvas a clase me dices la conclusión a la que has llegado, y lo comentamos juntos.

      Y así tengo margen para prepararme para lo que pueda llegar :D

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